domingo, 13 de marzo de 2011

POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS PARA DISMINUIR LA OBESIDAD EN MÉXICO

Introducción.
En la revisión anterior queda claro que es el Estado Mexicano el encargado de proveer las condiciones necesarias para que los mexicanos podamos gozar de salud, para prevenir enfermedades o bien para atender los problemas de salud que se puedan presentar a través de nuestra existencia, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos posiciona a la salud como una garantía a la que tenemos derecho todo ciudadano mexicano, y es a través de la Ley General de Salud que establece como pretende regular esos servicios tanto en materia de atención como en materia de prevención. La alimentación y la nutrición son temas que preocupan al Estado y a las autoridades sanitarias,  ya que el sobrepeso y la obesidad son generadoras de enfermedades crónico degenerativas no transmisibles.
México, actualmente ocupa el segundo lugar en obesidad en población adulta y el primer lugar en obesidad infantil a nivel mundial (Acuerdo nacional para la salud alimentaria, 2010) Para poder hacer frente a esta epidemia creciente (que no es exclusiva de México sino a nivel mundial) es necesario implementar una serie de políticas y estrategias orientadas a generar las condiciones necesarias para disminuir la prevalencia (ver figura 1) que se ha hecho patente en los últimos años entre los mexicanos, con la coparticipación de la sociedad civil y las autoridades sanitarias (Pérez, M. B., & Huerta, S. F., 2008, pp. 639-640)
Figura recuperada del Acuerdo nacional para la salud alimentarias 2010 1
En este trabajo de investigación se realiza una revisión para conocer las políticas y estrategias implementadas por el Gobierno Federal para disminuir la obesidad y el sobrepeso en México, desde luego las que más nos interesa son las que están actualmente vigentes, pero de todas formas se realiza la revisión de programas y estrategias que hayan sido implementados con anterioridad con la finalidad de reducir la obesidad.
Políticas y estrategias alimentarias en la historia de México dirigidas a disminuir la obesidad y el sobrepeso.
De acuerdo a lo que se revisó en el tema anterior “Políticas y estrategias para disminuir la obesidad en México”, se puede observar claramente como ninguna de las políticas, programas y estrategias tomadas a lo largo de la historia de nuestro país(Barquera, S. et.al. 2008, p. 465), está dirigida a la disminución de la obesidad y el sobrepeso de la población mexicana, pues no es sino hasta ahora que se está viviendo esta gran epidemia no solo en México, sino en todo el mundo, debido en gran medida a los estilos de vida en que se vive, es entonces cuando se propicia una mayor ingesta de energía y una vida sedentaria (Pérez, M. B., & Huerta, S. F., 2008, pp. 639-640)
En la historia reciente de nuestro país, se encuentra la elaboración de una Norma Oficial Mexicana en 1998 para atacar el problema de obesidad, que ya se estaba perfilando como un problema serio de salud pública, tal y como lo establece la propia norma de forma siguiente:
“…..Dada su magnitud y trascendencia es considerada en México como un problema de salud pública, el establecimiento de lineamientos para su atención integral, podrá incidir de manera positiva en un adecuado manejo del importante número de pacientes que cursan con esta enfermedad…” (NOM-174-SSA1-1998, Para el manejo integral de la obesidad)
Ésta es la NORMA Oficial Mexicana NOM-174-SSA1-1998, Para el manejo integral de la obesidad. En ella se regula las acciones del tipo médico, nutricional, terapéutico, psicológico que se le debe otorgar a los pacientes adultos que presente obesidad y sobrepeso, también especifica los tipos de tratamientos que se pueden otorgar, inclusive el tratamiento quirúrgico y establece las condiciones para efectuarlo, también se trata de la infraestructura que deben poseer las unidades públicas o privadas que ofrezcan tratamiento para la obesidad, así como también de las medidas preventivas que se han de considerar para disminuir o evitar la obesidad, y la regulación de la publicidad en materia de obesidad (NOM-174-SSA1-1998, Para el manejo integral de la obesidad). Cabe destacar que para el manejo de la obesidad, para esta norma no contempla a los niños y adolescentes, así que hay que revisar las referencias para manejar la obesidad y el sobrepeso.
La NORMA Oficial Mexicana NOM-008-SSA2-1993, Control de la nutrición, crecimiento y desarrollo del niño y del adolescente. Criterios y procedimientos para la prestación del servicio. En donde se establece una serie de recomendaciones y obligaciones que deben cumplir principalmente los profesionales clínicos, médicos, pediatras, nutriólogos, etc. para establecer una adecuada valoración nutricional del peso y estatura de acuerdo a la edad, pero no hay nada con respecto a dieta u otras medidas para la coparticipación en casa.
En enero de 2010 se edita la primera edición de lo que es el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad en respuesta a los problemas en salud pública por los que atraviesa actualmente nuestro país (y el mundo entero).
En este acuerdo se hace el análisis de definiciones como obesidad, riesgo y factor obesigénico, etc. y las consecuencias en salud que hay asociadas a la obesidad y el sobrepeso, el análisis de las estadísticas y los resultados derivados del ENSANUT 2006, también se analiza los problemas que trae consigo la obesidad desde el punto de vista cultural y social, de la concepción que de manera general se ha asociado a través del tiempo entre obesidad y “bienestar”, así como también un análisis desde la perspectiva socioeconómica, “el costo directo que representa la atención médica de las enfermedades atribuibles al sobrepeso y la obesidad”, así como también “el costo indirecto por la pérdida de la productividad por muerte prematura atribuible al sobrepeso y la obesidad, la carga económica que representa para el sistema de salud pública de nuestro país, así como el desgaste económico que representa enfrentar este tipo de problemas de salud que terminará como gasto catastrófico para la familia que las padece en uno o varios de sus integrantes. (Acuerdo nacional para la salud alimentaria, 2010, p. 9-14)
Un análisis interesante en este acuerdo es el que se hace a cerca de las causas que originan el sobrepeso y la obesidad, diferentes factores tanto culturales, como económicos, de infraestructura, sociales, económicos, financieros y económicos, de servicios, etc. se conjugan para determinar el curso de la enfermedad, de manera esquematizada se señalan los principales puntos de manera general a los que se somete la sociedad mexicana y especialmente los niños en sus centros de estudio, y a las condiciones bajo las que se encuentran día a día. (Acuerdo nacional para la salud alimentaria, 2010, p. 16-18)
En el acuerdo se generan las políticas y estrategias en materia de prevención alimentaria, y la realización de un “Foro Nacional para la Prevención del Sobrepeso y la Obesidad”,  con participaciones, desde luego, del ejecutivo federal y sus diferentes estancias en su calidad de secretarias y comisiones, así como instancias de gobiernos estatales y municipales, la participación del sector industrial y comercial, académicos con importantes intervenciones desde los aportes universitarios, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y otros sectores involucrados en el tema (Acuerdo nacional para la salud alimentaria, 2010, p. 22). Algo sumamente importante a destacar en este acuerdo es el establecimiento de la relación directa que hay entre las políticas públicas y el consumo de alimentos que influyen la dieta (Acuerdo nacional para la salud alimentaria, 2010, p. 22). Y la medida tomada de implementar acciones que pudieran repercutir en la dieta de los mexicanos, y desde luego en su salud.
Resumiendo,  en el Acuerdo nacional para la salud alimentaria 2010, se puntualizan “10 objetivos prioritarios”, que son los siguientes:
“1. Fomentar la actividad física en la población en los entornos escolar, laboral, comunitario y recreativo con la colaboración de los sectores público, privado y social.
2. Aumentar la disponibilidad, accesibilidad y el consumo de agua simple potable.
3. Disminuir el consumo de azúcar y grasas en bebidas.
4. Incrementar el consumo diario de frutas y verduras, leguminosas, cereales de granos enteros y fibra en la dieta, aumentando su disponibilidad, accesibilidad y promoviendo su consumo.
5. Mejorar la capacidad de toma de decisiones informadas de la población sobre una dieta correcta a través de un etiquetado útil, de fácil comprensión y del fomento del alfabetismo en nutrición y salud.
6. Promover y proteger la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, y favorecer una alimentación complementaria adecuada a partir de los 6 meses de edad.
7. Disminuir el consumo de azúcares y otros edulcorantes calóricos añadidos en los alimentos, entre otros aumentando la disponibilidad y accesibilidad de alimentos reducidos o sin edulcorantes calóricos añadidos.
8. Disminuir el consumo diario de grasas saturadas en la dieta y reducir al mínimo las grasas trans de origen industrial.
9. Orientar a la población sobre el control de tamaños de porción recomendables en la preparación casera de alimentos, poniendo accesibles y a su disposición alimentos procesados que se lo permitan, e incluyendo en restaurantes y expendios de alimentos, tamaños de porciones reducidas.
10. Disminuir el consumo diario de sodio, reduciendo la cantidad de sodio adicionado y aumentando la disponibilidad y accesibilidad de productos de bajo contenido o sin sodio.” (Extraído del Acuerdo nacional para la salud alimentaria, 2010, p. 26).
Posteriormente da los pormenores de cómo se pretende lograr estos objetivos y algunas estrategias que emplearan las diferentes secretarias del gobierno federal, enfatiza la manera en como deben actuar la industria, los gobiernos municipales y estatales, la sociedad civil organizada, etc.
Derivado de este Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria surge el Programa de acción en el contexto escolar, que establece los lineamientos técnicos para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de educación básica. En el Título I, Disposiciones generales dice:
“….Primero.- Los presentes Lineamientos tienen por objeto:
I. Promover que en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica se preparen y expendan alimentos que contribuyan a lograr una alimentación correcta;
II. Encaminar los esfuerzos y acciones para que en las entidades federativas se regule, de manera coordinada y unificada, la operación de los establecimientos de consumo escolar, a fin de constituir normas claras sobre el tipo de productos que pueden expenderse o distribuirse en las escuelas de educación básica y las medidas de higiene que deberán acatarse para hacer de éstas espacios saludables;
III. Impulsar una cultura de hábitos alimentarios saludables y una educación alimentaria que permita a niñas, niños y adolescentes que cursan el tipo básico desarrollar aprendizajes hacia una vida más sana y una actitud crítica ante las prácticas que tienen efectos negativos en la salud individual y colectiva, y
IV. Propiciar la reflexión y el análisis entre las autoridades educativas, la comunidad educativa, los Consejos Escolares de Participación Social, y demás actores que participan en el quehacer educativo para reconocer a la salud como un componente básico en la formación integral de niñas, niños y adolescentes como una forma de contribuir al mejoramiento de su calidad de vida….” (Extraído del Programa de acción en el contexto escolar, que establece los lineamientos técnicos para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de educación básica, 2010, p.10-11)
En este documento también se otorga orientación alimentaria para establecer cuales son los alimentos que si y que no se pueden consumir en las escuelas y con que condiciones necesitan cumplir para ser expendidos en las mismas. Algo sumamente rescatable de este programa es la formación de un comité del establecimiento de consumo escolar, que se encargará, entre otras serie de acciones, de vigilar que se respete los lineamientos aquí establecidos, y participar activamente en sugerencias a la escuela para implementar acciones y actividades que contribuyan a obtener una buena salud a través de ejercicio físico y consumo sano de alimentos. (Programa de acción en el contexto escolar, que establece los lineamientos técnicos para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de educación básica, 2010, p. 21-24).
Conclusiones.
El combate a la epidemia de obesidad y sobrepeso es urgente, pero también al mismo tiempo es compleja, afortunadamente, las autoridades correspondientes de nuestro país han efectuado un primer paso para atacar este padecimiento que aqueja a la población mexicana.
Aunque a través del tiempo y en la revisión del anterior documento elaborado en este mismo Blog, se puede observar claramente como a lo largo de la historia de nuestro país y de las políticas y estrategias en materia alimentaria, hay facilidades e implementaciones políticas, económicas, sociales, etc. dirigidas primordialmente a mermar los graves problemas de desnutrición que aquejan a las poblaciones más vulnerables de la sociedad mexicana, los esfuerzos son dirigidos a prevenir enfermedades devenidas de los padecimientos de índole deficitario nutricional y poco se le había prestado la atención a los padecimientos que aquejan a los desordenes alimentarios en exceso, o bien a buscar otras etiologías que terminan por repercutir en enfermedades crónico degenerativas no transmisibles, atribuibles a los problemas de sobrepeso y obesidad del país.
Es buen indicio encontrar documentos como los arriba mencionados, que tratan de poner manos a la obra para mejorar las condiciones de salud de nuestro país, si usted es una persona que vive en carne propia, ya sea de manera directa o a través de un amigo o familiar los problemas de sobrepeso y obesidad, será fácil su empatía a este tipo de acciones, que desde luego no debe recaer en las autoridades toda la responsabilidad, ya que lo que de manera individual y en comunidad se pueda realizar para solucionar dichos problemas, siempre tendrán buena acogida, pero no debemos perder de vista que es el Estado Mexicano el encargado de propiciar dichas condiciones, pues es a través de regulación sanitaria, elaboración de leyes, normas, reglamentos, etc. que puede ayudar a regular otros factores como el de la producción de alimentos, el expendio de los mismos en determinados sitios, la promoción a la salud por personal capacitado, la regulación de los mensajes a través de medios masivos de comunicación que tengan que ver con el consumo de alimentos o productos alimentarios, etc.
El objetivo de estos dos trabajos en conjunto que se han realizado a través de revisión bibliográfica y con el uso de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, responde a dar a conocer las políticas y estrategias que han existido y existen actualmente en materia alimentaria y nutricional. Debe quedar claro que no ha sido el objetivo de este trabajo criticar los lineamientos, las políticas y las estrategias aquí presentadas, aunque algunas veces no realizar esto es ineludible, pues ese será tema de otros trabajos de investigación posteriores a estos dos, y en su momento se procurará analizar con lujo de detalles y tratando de observar una conducta integradora de diferentes disciplinas y perspectivas, con la finalidad de enriquecer este tipo de problema que a pocos deja sin afectar, pues si no lo padecemos en carne propia, siempre habrá algún ser querido que sea alcanzado por este tipo de padecimientos, que si bien se debería pensar desde este momento que desaparecerlo o erradicarlo se acerca más bien a una utopía, cuando menos debemos reducirlo en bien de nuestra salud y de quienes amamos.
Atte. Néstor I. Flores Temoltzi
Estudiante de la Licenciatura en Nutrición Clínica
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA.
Dudas, preguntas, comentarios, favor de escribir a qfnnestor@yahoo.com.mx
Bibliografía
Alianza por una vida saludable. Acuerdo Nacional para la salud alimentaria. Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad. Retrieved March 12, 2011, from http://www.avs.org.mx/docs/AcuerdoNacionalSaludAlimentaria.pdf
Barquera S, Rivera-Dommarco J, Gasca-García A. Políticas y programas de alimentación y nutrición en México. Salud Publica Mex 2001;43:464-477. Revisado en Marzo 4, 2011 de http://www.insp.mx/salud/index.html
Centro de Documentación Institucional. NORMA Oficial Mexicana NOM-008 SSA2-1993, Control de la nutrición, crecimiento y desarrollo del niño y del adolescente. Criterios y procedimientos para la prestación del servicio. Revisado en March 12, 2011, de http://bibliotecas.salud.gob.mx/gsdl/collect/nomssa/index/assoc/HASHeba1.dir/doc.pdf
Centro de Documentación Institucional. NORMA Oficial Mexicana NOM-174-SSA1-1998, Para el manejo integral de la obesidad. Retrieved March 12, 2011, de http://bibliotecas.salud.gob.mx/gsdl/collect/nomssa/index/assoc/HASHeba1.dir/doc.pdf
Pérez, M. B., & Huerta, S. F. (2008, Nov. - Dec.). ¿Es la obesidad un problema médico individual y social? Políticas públicas que se requieren para su prevención. Mediagraphic Artemisa en Linea, 65. Retrieved March 4, 2011, from www.medigraphic.com/pdfs/bmhim/hi-2008/hi086s.pdf
"Secretaría de Salud." Programa de acción de el contexto escolar: Lineamientos técnicos para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de educación básica. Revisado el 13 Mar. 2011. http://portal.salud.gob.mx/sites/salud/descargas/pdf/salud_alimentaria/programa_accion.pdf

Referencia de imágenes.
1.    Alianza por una vida saludable. Acuerdo Nacional para la salud alimentaria. Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad. Retrieved March 12, 2011, from http://www.avs.org.mx/docs/AcuerdoNacionalSaludAlimentaria.pdf

POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS PARA DISMINUIR LA DESNUTRICIÓN EN MÉXICO

Introducción.
La salud se define, según la OMS “como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”1. Esta definición, en una panorama más amplio contempla diversos rubros para poder cumplir con ese “estado ideal” (Alva, R., 2000, p. 44), que influyen directamente en ese bienestar físico, mental y social que define la OMS, aspectos tan importantes y esenciales, que incluso son considerados como derechos humanos, tales como el empleo, la educación, la cultura, la vivienda, etc. y desde luego la salud, que para finalidades de este estudio nos interesa la influencia de la alimentación y la nutrición en la salud de los habitantes mexicanos.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el artículo 4o menciona que “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud”2. Es de este documento magno de donde se desprende la Ley General de Salud, documento que en su Título séptimo, Promoción de la salud, Capítulo III, Nutrición establece:
“….Artículo 114.- Para la atención y mejoramiento de la nutrición de la población, la Secretaría de Salud participará, de manera permanente, en los programas de alimentación del Gobierno Federal.
La Secretaría de Salud, las entidades del sector salud y los gobiernos de las entidades federativas, en sus respectivos ámbitos de competencia, formularán y desarrollarán programas de nutrición, promoviendo la participación en los mismos de los organismos nacionales e internacionales cuyas actividades se relacionen con la nutrición, alimentos, y su disponibilidad, así como de los sectores sociales y privado.
“Artículo 115.- La Secretaría de Salud tendrá a su cargo:
I. Establecer un sistema permanente de vigilancia epidemiológica de la nutrición;
II. Normar el desarrollo de los programas y actividades de educación en materia de nutrición, prevención, tratamiento y control de la desnutrición y obesidad, encaminados a promover hábitos alimentarios adecuados, preferentemente en los grupos sociales más vulnerables.
III. Normar el establecimiento, operación y evaluación de servicios de nutrición en las zonas que se determinen, en función de las mayores carencias y problemas de salud;…..”3.
De acuerdo a lo anterior, las políticas y estrategias que se han aplicado a lo largo de la historia de nuestro país son responsabilidad “obligada” para las autoridades, en la presente investigación documental se realiza la revisión de esas políticas, estrategias y programas que se han elaborado a través de la historia, pero haciendo especial énfasis en las de más reciente creación, pues actualmente son las que directamente impactan en la disminución de los índices de desnutrición en México.
El ENSANUT 2006 (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006), en su apartado de Nutrición, de manera general establece una disminución de la prevalencia de la desnutrición en México con respecto a la observada en la ENN 1999 (Encuesta Nacional de Nutrición 1999), y menciona que parte de esa disminución (o mejora de la nutrición, todo depende desde la perspectiva que se quiera ver), podría deberse en cierta medida al tipo de políticas y estrategias asumidas durante ese periodo (INSP, 2006, ENSANUT, pp. 83-103). A continuación se citarán las políticas, programas y estrategias encaminadas a soslayar los problemas de desnutrición en México, que son especialmente lastimeros, ya que a diferencia de los problemas epidemiológicos de sobrepeso y obesidad por los que hoy cursa nuestro país y que está basada en la elección adecuada del tipo de alimento a consumir, son padecimientos implicados en población especialmente vulnerable (sobre todo cuando se habla de pobreza y marginación extrema), que no es cuestión de elección, si no de consumir prácticamente casi cualquier sustancia que se pueda digerir para saciar el hambre, pasando a segundo término de importancia si ese alimento nutre o no.
Políticas y estrategias alimentarias en la historia de México.
Las políticas y estrategias en materia de alimentación y nutrición poseen una historia no muy lejana, al término de la Revolución Mexicana se comenzaron a instaurar proyectos para la repartición de tierras, mismos que no tuvieron gran impacto en la alimentación y nutrición de la población por lo que había que generar nuevas rutas para contribuir a una mejoría en el bienestar social. En 1944 se crea el Instituto Nacional de Nutriología., posteriormente se crean estrategias e instituciones como la CONASUPO para ayudar a la obtención de varios productos a bajos precios, pero sobretodo a la procuración de alimentos baratos y de buen aporte nutricional (Rodríguez, E.G., 2008, p. 251).
En una tabla recuperada de un artículo de revisión que conforma parte de la revista Salud pública de México (Barquera, S. et.al. 2008, p. 465), se puede observar diferentes tipos de programas y estrategias implementadas en un momento dado para solucionar diferentes tipos de problemas, que van desde lo económico en el ámbito familiar, productor agrícola e industrial, comercial, etc. y desde luego a la atención de la salud:
Tabla recuperada de artículo de revisión (Barquera, S. et.al. 2008, p. 465).
En esta tabla hay información relevante para destacar, de todas las políticas y programas que van desde 1922 hasta el último contemplado en este periodo que es 1972, están diseñados básicamente para generar oportunidades de adquisición (salvo el primero programa de iodación de sal de 1940), abaratando los productos, generando subsidios, aprobando créditos para la adquisición de tecnologías que ayuden a la producción agrícola, educación, pero no hay ningún programa que contemple la administración de algún tipo de alimento o nutrimento para disminuir los índices de desnutrición en el país. Es a partir de 1975 cuando los programas y políticas se dirigen a obtener educación nutricional, estrecha vigilancia del estado nutricio en poblaciones especialmente vulnerables, como en el embarazo y la niñez, la distribución de suplementos es más notoria que las de antes de 1975 (Barquera, S. et.al. 2008, p. 465).
Ya más reciente está el programa Oportunidades que ha desempeñado, según la ENSANUT 2006, importantes contribuciones a la nutrición de la población, este programa tiene objetivos claros, entre ellos atender los problemas nutricionales de la población mexicana, que esta dirigido a la población de escasos recursos, y no solo en el ámbito nutricional, también en la cuestión de la educación se buscó mediante este programa aumentar la asistencia de los niños a las escuelas (De la Torre García, 2005).
Existen otro grupo de programas que si bien son más pequeños, bien valdría la pena valorar el impacto que tienen o tuvieron sobre la desnutrición de la población mexicana, programas y estrategias tales como Programa de Apoyo Alimentario (PAL), Suplementos de Vitaminas y Minerales (SVM), Programas del DIF (Desayunos escolares, Despensas a grupos vulnerables y desfavorecidos, Cocinas populares), LICONSA, Arranque Parejo a la Vida, etc. (INSP, 2006, ENSANUT, pp. 121-131). En esta revisión a las políticas y estrategias para disminuir la desnutrición en México cabe la posibilidad de excluir algunos programas importantes que contribuyan al abatimiento de este problema de salud en nuestro país, valdría la pena la participación de los visitantes de este Blog, con la finalidad de poseer datos más completos y fidedignos a cerca de este tema de interés para la salud poblacional.
En esta revisión no se pretende evaluar si los programas, estrategias y políticas, son o han sido efectivos o no en su aplicación para abatir la desnutrición en México, solo se pretende, a lo largo de este tema, mencionar la mayoría de las políticas tomadas para intentar disminuirla. La revisión de la efectividad y operabilidad será tema de discusión para próximos trabajos de investigación.
Conclusión.
En México, la salud está contemplada desde el punto de vista legal y también desde el punto de vista de los derechos humanos, existe desde mi particular punto de vista, suficiente legislación para protegerla, cuidarla y recuperarla. En materia de nutrición son numerosas las estrategias y programas que se han implementado para tratar de soslayar el problema de la desnutrición en México, algunos han tratado de hacerlo desde proveer a los grupos más vulnerables cierta accesabilidad en cuanto a los precios y a la disposición de los diferentes tipos de alimentos, otros engloban una participación más integral e involucran otros rubros para hacer frente a estos grandes problemas y atacarlos con una visión de mayor cobertura en cuanto a población. A final de esta revisión, hay suficientes programas y políticas para tratar de disminuir la desnutrición en México, solo hace falta dedicarles tiempo y esfuerzo para revisarlas una a una y verificar su funcionabilidad.
Atte. Néstor I. Flores Temoltzi
Estudiante de la Licenciatura en Nutrición Clínica
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA.
Dudas, preguntas, comentarios, favor de escribir a qfnnestor@yahoo.com.mx

Bibliografía.
  • Alva, R.  (2000). Medicina Preventiva. Salud Pública y Medicina Preventiva (p. 41-55). México D.F.: Manual Moderno.
·         Barquera S, Rivera-Dommarco J, Gasca-García A. Políticas y programas de alimentación y nutrición en México. Salud Publica Mex 2001;43:464-477. Revisado en Marzo 4, 2011 de http://www.insp.mx/salud/index.html
·         De la Torre García, R. D. (2005). Evaluación Externa Oportunidades - Documentos de Evaluación 2005. Evaluación externa de impacto del programa oportunidades. Retrieved March 12, 2011, from http://www.oportunidades.gob.mx
·         Rodríguez, E. G. (2008). Políticas alimentarias en México. Nutrición y Salud (pp. 251-261). Puebla: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Citas referenciadas.
1.    Organización Mundial de la Salud. Agenda de Investigación. Retrieved March 11, 2011, from www.who.int/peh-emf/research/agenda/es/index
2.    Cámara de Diputados. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Retrieved March 11, 2011, de www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf
3.    Cámara de Diputados. Ley General de Salud. Retrieved March 11, 2011, de www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/142.pdf

Referencia de imagen.
  1.  Barquera S, Rivera-Dommarco J, Gasca-García A. Políticas y programas de alimentación y nutrición en México. Salud Publica Mex 2001;43:464-477. Revisado en Marzo 4, 2011 de http://www.insp.mx/salud/index.html

lunes, 7 de marzo de 2011

Introducción

México tiene una larga historia de implementación de programas y políticas orientadas a mejorar la nutrición de grupos vulnerables (Políticas y programas de alimentación y nutrición en México, Salud Pública). Tienen su origen en los años posteriores a la Revolución Mexicana con la instauración de diversos proyectos de reforma agraria, motivados por una fuerte demanda de repartición de tierras (Rodríguez, E.G., 2008, p. 251).

Hasta hace no mucho tiempo, las políticas y programas alimentarios estaban encaminados a la atención de problemas de desnutrición, pero ante el panorama epidemiológico de obesidad que sufre actualmente nuestro país se necesitan nuevas políticas y programas que también consideren medidas que ayuden a disminuir significativamente los índices de obesidad, con su respectivo impacto social, económico y desde luego en salud, previniendo muchas enfermedades del tipo crónico degenerativas.

Aunque hasta ahora ningún país tiene bajo control esta epidemia, hay esfuerzos alentadores en países como Alemania, Gran Bretaña, España y Chile en los que están participando todos los sectores sociales. En México, se identifican esfuerzos como la elaboración e implementación de los lineamientos sobre el consumo de bebidas saludables, en la necesidad de realizar cambios sustanciales en las escuelas primarias y en regular la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a los niños. Se menciona la estrategia de la Organización Mundial de la Salud sobre régimen alimentario, actividad física y salud, la cual involucra a todos los sectores sociales, como la pauta para realizar cambios socialmente trascendentes en las formas de alimentación y ejercicio. Se espera que siguiendo estas estrategias, bajo la coordinación de la Secretaría de Salud, que reconoce la importancia de la prevención, y al mismo tiempo con la participación de otros sectores gubernamentales y privados, será posible revertir la tendencia del sobrepeso y la obesidad. (Pérez, M. B., & Huerta, S. F., 2008, pp. 639-640)

En este Blog, como se menciona en la justificación, el objetivo es evaluar las políticas, normas y programas que se implementen para atender los graves problemas en materia de nutrición que hoy cursa nuestra población en el país, para poder evaluar estas políticas, normas y programas primero que nada hay que saber ¿Qué son las políticas públicas y qué requisitos y características deben reunir en materia de alimentación y nutrición?.

Las políticas públicas son el conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado, los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios. Se pueden entender como un proceso que cuenta con etapas como la identificación del problema, formulación o adopción de alternativas, implementación de estrategias y evaluación de resultados. Las características para maximizar el beneficio son las siguientes (Pérez, M. B., & Huerta, S. F., 2008, pp. 639-640):
·         Estables en el tiempo, lo que hace referencia a la continuidad de los procesos.
·         Adaptables con respecto a distintos cambios que afecten el ambiente en el que se desarrollan, capaces de responder a cambios.
·         Coordinadas y coherentes, con los distintos actores y políticas relacionadas con las que va a interactuar la política pública.
·         Con calidad de la implementación y de la efectiva aplicación, como manera de evaluar su evolución.
·         Con orientación al interés público, cómo afectan estas políticas públicas el bienestar general.
·         Eficientes, logrando que los escasos recursos produzcan altos rendimientos en el cumplimiento de los objetivos.

Ahora que tenemos una idea de lo que deberíamos esperar en materia de políticas públicas orientadas a soslayar los problemas alimentarios y nutricionales, debemos evaluarlos, y tratar de adaptar la información emitida a nuestro contexto y a la vida diaria, tratando de buscar discrepancias e inoperabilidad, no con el fin de evidenciar esos fallos o errores para desprestigio de quienes lo elaboran, sino para poder proponer y tratar de enmendar el camino hacia programas, normas y políticas que sean sustentables y efectivos, de verdadero impacto en la salud de los mexicanos. Parte de esas políticas, normas y programas podemos encontrarlos en las páginas oficiales de nuestro país (www.salud.gob.mx), esta dirección es una de ellas y se proporciona para facilitar su revisión.

Atte. Néstor I. Flores Temoltzi
Estudiante de la Licenciatura en Nutrición Clínica
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Bibliografía


Barquera S, Rivera-Dommarco J, Gasca-García A. Políticas y programas de alimentación y nutrición en México. Salud Publica Mex 2001;43:464-477. Revisado en Marzo 4, 2011 de http://www.insp.mx/salud/index.html

Rodríguez, E. G. (2008). Políticas alimentarias en México. Nutrición y Salud (pp. 251-261). Puebla: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Pérez, M. B., & Huerta, S. F. (2008, Nov. - Dec.). ¿Es la obesidad un problema médico individual y social? Políticas públicas que se requieren para su prevención. Mediagraphic Artemisa en Linea, 65. Retrieved March 4, 2011, from www.medigraphic.com/pdfs/bmhim/hi-2008/hi086s.pdf

viernes, 4 de marzo de 2011

Justificación de este Blog

Los graves problemas de salud que hoy en día aquejan a la población mexicana son ineludibles, diversidad de enfermedades son cursadas día a día por miles de personas en nuestro país, pero sin duda alguna las enfermedades crónico-degenerativas son de las más frecuentes, el padecimiento que conlleva el curso de estas enfermedades no solo afecta gravemente la salud física, sino va más allá, al lesionar nuestra integridad moral, psicológica, cultural, social y económica, tanto del paciente como de los seres que le rodean, se ve afectado nuestro estilo y calidad de vida.
Y es precisamente el estilo de vida lo que origina, en cierta medida, este tipo de padecimientos crónico-degenerativos, los problemas de obesidad por los que actualmente esta cursando nuestro país son alarmantes, sobre todo cuando nuestro futuro es la población más afectada por esta enfermedad, pues es la obesidad infantil la que nos otorga el deshonrroso y preocupante primer lugar mundial.
Pero en definitiva, nuestros niños y niñas no eligen estar con estos serios problemas de salud, no en un principio, pues al ser dependientes en todos los aspectos de los adultos, somos nosotros quienes cargamos en gran medida con esa “culpa” al no fomentar hábitos sanos tanto alimentarios como de actividad física. Y desde luego no hay que olvidar que en obesidad en personas adultas somos segundo lugar, solo por debajo de los Estados Unidos de América.
Para desgracia nuestra, y aunque parezca paradójico, al mismo tiempo cursamos por graves problemas de desnutrición, donde muchos mexicanos sobreviven en condiciones verdaderamente deplorables y su “derecho a comer no es ejercido”, por diversos factores que deben ser analizados desde diferentes perspectivas para lograr una integración y generar los mecanismos adecuados para tratar de solucionarlos.
Es por ello que es de gran trascendencia todos los esfuerzos realizados por los diferentes sectores de la sociedad, para tratar de converger y estimular a las autoridades de nuestro país a generar políticas, normas y programas que puedan ayudar a mermar estos padecimientos nutricionales, polarizados pero igualmente lacerantes.
Este blog es creado con el objetivo de recapitular precisamente esas políticas, normas, reglamentos, programas y todo tipo de documentación, tanto nacional y en medida de lo que sea posible hasta internacional, para tratar de repercutir con efecto positivo hacia estos grandes problemas nutricionales en México, se presentarán investigaciones, documentos y links de interés relacionados con el tema, para que pueda ser revisado por todas aquellas personas que estén interesadas en el tema, ya sea en su papel de civil preocupado por su salud y de quienes le rodean, o en su calidad de profesional, esperando que sea revisado desde diferentes disciplinas para lograr un enriquecedor conocimiento que nos pudiera ayudar a visualizar y a poseer un panorama más amplio a cerca de estos problemas graves en salud.
Se invita al análisis y a la crítica constructiva, pues es a través de ello que se puede cuestionar la efectividad y la operatividad de todas estas políticas, y desde luego a verter ideas y puntos de vista que en el mejor de los casos, tengan la sustentabilidad y el fundamento para generar eco en la toma de decisiones posteriores al implementar reformas y nuevas políticas en materia nutricional.
Atte. Néstor I. Flores Temoltzi
Estudiante de la Lic. en Nutrición Clínica
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla